DIARIO DE CAMPO


DIÁLOGOS ENTRE CREATIVIDAD HUMANA Y NATURALEZA


22 de JUNIO 2010
La vida alrededor de la Laguna de El Castillo

Vivo a la orilla de la Laguna de El Castillo desde hace nueve años. He visitado el lugar desde más o menos 1988. Soy testigo de los cambios.

Por pláticas con los vecinos de El Castillo me he enterado de algunas cosas:

- Hace mucho tiempo aquí se trabajaban piezas de barro. Antes de ser laguna, la laguna era una cantera y había también galeras de ladrillo, como las que pueden verse a lo largo del pueblo, en sus cercanías. Parece ser que en el fondo todavía hay bastante veta de barro.

- Esto quiere decir que la laguna es artificial o semi-natural. Al haber quedado la zona horadada al haber sido utilizada como mina (haya sido para producir piezas artesanales o ladrillo de construcción)la llenaron con agua que brota de los manantiales que se encuentran muy cerca.

- Según lo que hemos visto quienes vivimos a la orilla de la laguna, el problema de la excesiva proliferación del lirio se debe a dos factores principalmente: a) la construcción de un vado de piedra para el paso de automóviles que impide el libre flujo del lirio excedente hacia el río; b) el agua que entra a la laguna ya viene contaminada.

- La laguna es zona federal; el río y sus orillas son zona federal.

- Desde una visión más amplia, la propia ciudad de Xalapa, que se encuentra a unos cuantos minutos montaña arriba, está construida sobre manantiales, su fisonomía irregular obedece en mucho a los múltiples ríos y riachuelos que la transitan, y que su contaminación manifiesta tanto visual como olfativamente ha hecho que las personas olviden su carácter de río y les nombren más bien como caños.

- Esto nos importa también porque gran parte de la cuenca nor-oriental de Xalapa descarga sus aguas negras hacia el río de El Castillo.

- Entre los niños que viven en la Casa Hogar de Nazareth, a orillas de este río y también a unos cuantos metros de la laguna, hay quienes recuerdan todavía que les permitían nadar en el río; luego empezaron a tener problemas en la piel ("nos salían ronchas") y ya no les permitieron meterse. 

Alejandro Sánchez

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 24 de Mayo 2011


LA LAGUNA DE EL CASTILLO ES HERMOSA

Estimado vecino y vecina del Rancho La Palma:

¿Cómo piensas que será la laguna que van a conocer los nietos de nuestros hijos e hijas?
¿Conoces la historia de la laguna, de nuestra comunidad y sus alrededores?
¿Sabes de alguna persona que pueda platicarnos sobre cómo era antes la laguna y la comunidad en la que vivimos?
¿Cuáles son las especies nativas de árboles, flores y plantas de esta zona?
¿Qué otros beneficios podemos obtener de la laguna sin tener que maltratarla?
¿Sabías que el lirio puede utilizarse para hacer canastas, sombreros, bolsas, carpetas y otras cosas más?
Si estás interesado en que nuestra laguna se conserve sana y no contaminada para que los seres humanos, las plantas, peces, aves y animales podamos recibir sus beneficios de agua, alimento y un paisaje hermoso, te invito a una reunión el próximo domingo 29 de mayo. La cita es a las 10 de la mañana junto a las palmas que fueron sembradas recientemente.

Atentamente,

Alejandro Sánchez Vigil, vecino


Hoy por la mañana redacté la carta-invitación que acabo de transcribir. Leticia Bravo me dio la idea de poner las preguntas primero y los datos de la intención y de la cita después para lograr un mejor impacto con el mensaje.
            Hoy mismo saqué cincuenta copias en un internet que está en el centro de El Castillo. Hoy mismo, después de comer, acompañado de Santi y mi mámá fuimos a repartir algunas de ellas con los vecinos de por aquí. Platicamos Domitila y Amaranta su nuera, con la hija de Polo, con doña Azucena, con su vecino de enfrente, con el sastre y en casa de Margarita hablamos con doña Tomasa su suegra.
            A todos ellos les pareció buena la idea de hacer equipo, de juntar ideas y esfuerzos para estos fines. A algunos les dejamos varias invitaciones para que las repartieran a más personas. El señor vecino de doña Azucena iba a dárselo a sus hijas para que ellas lo leyeran. Domitila le iba a decir a sus hijos (Pablo es vocal en la asamblea ejidal) y también me dijo que va a buscar a Máxima García también para ver si está interesada (Máxima ha apoyado a Carlos Sol como encargado de la laguna y ha sacado algunos artículos en el periódico en el que trabaja).
            Beatriz quiere que le dé muchas hojitas para llevar al kinder de La Palma y repartirlas en la puerta.




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Domingo 29 de mayo de 2011

Hoy por la mañana tuvo lugar la reunión que convoqué desde el martes. Mi preocupación era que no llegara nadie al ver que pasaba la hora de la cita. Poco a poco se juntó la gente y Máxima jaló a varios vecinos parientes suyos, además de haber llegado con dos compañeras reporteras e invitado a dos representantes del diputado Américo Zúñiga y uno del licenciado Alejandro Montano (¿de la CNOP?).
            Estuvieron Beatriz, mi mamá y mi papá desde el inicio. La esposa de don Epigmenio, Lourdes, con sus hijas prepararon un caldo de mojarra que recién pescaron los camaradas en la laguna (caldito con cebolla, jitomate, chile seco y los pescados completos en una olla grande calentada a la leña). También llegó Polo, Carlos Sol -responsable de la laguna-, el vecino Luis, don Jacinto -hermano de las señoras de la tiendita-, Felipe -que está organizando una asociación para proteger los manantiales de El Castillo-, don Eusebio y varias personas más, vecinos entre hombres y mujeres.
            Llevé las sillas de plástico y la mesa de jardín, también de plástico, con el mantel azul de cuadros. Levé una buena cantidad de agua de limón con hielos y un poquito de sal. La sombra tupida de los árboles que están en ese pradito junto a la laguna nos protegió muy bien del sol, aunque a ratos comenzaron a llegar unos aires que nos andaban volando las hojas, las servilletas y los vasos. Al parecer ya anunciaron lluvia para el día primero de junio.
            Comencé presentándome, expresando las intenciones que me habían movido a convocar esta junta desde mi postura tanto de vecino como de integrante de un equipo de trabajo dedicado a la promoción y facilitación del diálogo entre los seres humanos y con las distintas entidades de la naturaleza (animales, plantas, elementos). Después leí la carta-invitación y fui profundizando en las preguntas como trampolines de ideas y pulsiones más detalladas. Cuando llegué al asunto del lirio les repartí para que rolaran los mantelitos de las pescadoras de Alvarado. Les hablé sobre los diversos usos de la planta como hechura de papel, composta, sacos para contener llegadas de agua, la planta en sí como purificadora de lagunas y estanques si se encuentra en un estado de equilibrio con el medio. Hablé también sobre la ecología humana y sus problemáticas, expresándome en términos asequibles, en relación con la fragmentación del pueblo y el problema de los cacicazgos.
            Después de cerrar esta primera intervención y de decir que sería bueno escuchar las ideas, inquietudes y razonamientos de los presentes, abrí espacio para otras voces.
            Máxima propuso como un proyecto específico la cría de tilapia o algún otra especie apropiada, pero antes que nada lo importante sería sanear la laguna. Luis consideró que lo que habría que hacer primero sería organizarse entre las personas, en lo que insistió en su turno el representante del licenciado Montano. Beatriz intervino con consideraciones sobre lo que se puede entender desde diferentes perspectivas aquello del “saneamiento”. Mi mamá trajo a colación todos los problemas que surgieron a partir de que se puso el vado, pues antes el lirio se iba de manera natural; la vocecita le trastabillaba un poco, le ganaba la emoción.
            El diálogo se fue desarrollando así, pasando de una voz a otra, ofreciendo o expresando opiniones acerca de la contaminación de la laguna, del agua que le llega; de la corrupción de nuestras autoridades que se pasan los puestos entre ellos mismos, de los resultados de las últimas elecciones donde hubo más corrupción; se habló de la oportunidad de hacer fuerza de grupo, y de allí la necesidad de conformar una cooperativa, una asociación o algo así.
            Uno de los representantes del diputado Américo (de nombre Cristopher si no mal recuerdo) ofreció el apoyo por parte de su jefe para la conformación de una asociación civil y los trámites ante notario.
            Cuando ya se tenían que ir estas personalidades la reunión se fue diluyendo y yo, acostumbrado al respeto de los círculos de la palabra de apertura y cierre, sentí como que se rompía algo.
            De cualquier manera ya se había presentado el pretexto para convocar a la siguiente reunión.



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Jueves 2 de junio de 2011


LA LAGUNA DE LA PALMA ES UN LUGAR PARA LA COMUNIDAD Y EL DIÁLOGO
Ejido de El Castillo, Rancho La Palma

Rancho La Palma, Ver., a 2 de junio de 2011

Estimados vecinos y vecinas:

¿Estamos interesados en organizarnos y en dialogar para ofrecer un futuro más sano a nuestros hijos y nietos? ¿Podremos hacer a un lado nuestras diferencias para encontrar en nuestras semejanzas la posibilidad de aprovechar las bendiciones de la comunidad? Comencemos por escribir con nuestras manos nuestra propia historia.

El pasado domingo 29 de mayo algunos vecinos del Rancho La Palma nos reunimos temprano a la orilla de la laguna con la intención de compartir nuestras opiniones acerca de las posibilidades de sanearla, preservarla y dialogar con ella. En resumen, algunas propuestas que se comentaron fueron las siguientes:

- criadero de peces como tilapia o algún otro;
- artesanías o papel hechas con lirio;
- reforestación de los alrededores y los manantiales que alimentan a la laguna;

Se comentó que para ponernos de acuerdo y poder trabajar juntos es importante antes que nada organizarnos como cooperativa, asociación civil, comité o algún otro tipo de agrupación. Para ello, el representante del diputado Américo Zúñiga ofreció la asesoría legal de algún especialista. También vino el representante del lic. Alejandro Montano y dijo que hace falta promocionar a la laguna y opinó que hay empezar organizándonos para lograr consensos.

Nuestros vecinos también dejaron oír su voz. Se habló del vado que está en la salida del agua hacia el río. Se habló acerca de las mejores estrategias para lograr el saneamiento. Se habló de las reservas ecológicas y las áreas federales protegidas. Se habló también del sentimiento de fragmentación que se percibe en la comunidad, de las dificultades para ser escuchados por las autoridades locales y de la necesidad de unión.

Para seguir enriqueciendo esta iniciativa de diálogo, volveremos a reunirnos este próximo domingo 5 de junio a las 10:30 a la orilla de la laguna. Platica esto con tu familia y amigos para que haya más gente y tomemos fuerza.

Muchas gracias,

Alejandro Sánchez Vigil

Esta segunda carta-invitación ya no me dio suficiente tiempo como para repartirla de un modo tan personal y cuidadoso como en la primera ocasión. De hecho, yo no pude repartir directamente y no sé si Beatriz le hizo como la vez pasada en el preescolar de La Palma a la hora en que se juntan las mamás en la puerta.
            Las notas que tomé en la reunión a la que hace alusión la carta, las puse en mi cuadernito de pendientes, no en mi bitácora de creatividad. Entretanto se enlazó a este seguimiento la primera visita exploratoria de mis amigos artistas del D.F., la cual iré describiendo en este lugar.


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Viernes 3 de junio de 2011

LA CENA EN LA SOPA
Recogimos a Víctor, Roberto, Ulises, Carmen y Darío en la Central de Autobuses de Xalapa en la tardecita del viernes. Fernando tuvo que cancelar su viaje por algunas complicaciones en el embarazo de Karla, aunque afortunadamente no pasó a mayores. Lorena, que iba a viajar con él en la noche de sábado a domingo, nos avisó que pospuso su salida para llegar el domingo a mediodía. Carmen y Darío aprovecharon para pasar el fin de semana con Cecilia y Santiago.
            Después de llevarlos a registrarse a la Posada del Cafeto subimos al Callejón del Diamante para cenar en La Sopa. Allí, entre décimas y jaranas cenamos y comenzamos a platicar acerca de nuestras propuestas. Antes que nada les puse en el contexto problemático social de El Castillo, les hablé sobre los pendientes farragosos y burocráticos al interior de la universidad, particularmente en lo que tenía que ver con los dineros, la comprobación del depósito de la Fundación Jumex, la comprobación de gastos mediante facturas, y todas esas dilaciones que lo distraen a uno de lo que verdaderamente importa. Por ejemplo, justo ahí en La Sopa no contaban en ese momento con facturas fiscales, así que habré de ir otro día con el recibo del consumo para saber si ya les llegaron y ya me la pueden hacer.
            Seguramente yo me veía abrumado y cansado, cosa ya habitual en estos últimos tiempos, y si no me veía al menos así me sentía aunque al mismo tiempo me daba mucho gusto estar con mis amigos en mi ciudad, cenando en un lugar acogedor y con la lluvia bajando copiosa en la noche de un verano adelantado. Dos chicas que atrajeron la mirada de Roberto desde una mesa lejana, en un momento dado se pusieron a taconear sin tacones ni butaquito; un amigo de ellas a quien yo conocía -seguramente del área de artes- ya había acompañado al trío que estaba tocando, dándonos unas virtuosas demostraciones de violín. Roberto disfrutó mucho esa velada, nos lo dijo, nos dijo que esa era una música muy hermosa, y eso lo tomé como una buena estrella.
            Les planteé el programa de actividades a grandes rasgos, particularmente lo que haríamos el sábado, primero en la reunión de vecinos del río Pixquiac, allá en Zoncuantla, y después en la fiesta de quince años de Fabiola, hija de don Emilio. También les puse al tanto de lo sucedido en la reunión del domingo anterior en la laguna.

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Sábado 4 de junio de 2011


LA REDACCIÓN DE UNA CARTA ABIERTA
A lo largo de los últimos días yo me había puesto a averiguar sobre la asesoría que pudieran ofrecer algunas personas con experiencia en iniciativas de conservación, de promoción y cuidado de áreas protegidas, de asociaciones humanas con intenciones ecológicas y sustentables. Leticia Bravo me había estado apoyando a través de sus contactos y mediante una llamada que hice a Patricia Gerez, mas algunos correos electrónicos, entré en comunicación con Luisa Paré. Ella me adelantó buenos consejos por internet y además me reiteró la invitación que me había hecho Patricia a una reunión de los vecinos amigos del Río Pixquiac cuya finalidad era aprobar la redacción de una carta abierta para ser publicada el domingo, Día Mundial del Medio Ambiente, o el lunes. Dirigida a distintas autoridades, a grandes rasgos la carta aprovechaba esta celebración para hacer conciencia de las necesidades apremiantes y actuales del río que cruza Briones, La Pitaya, Zoncuantla, etc., al mismo tiempo que urgía a los responsables correspondientes a actuar pertinentemente.
            Ulises, Roberto, Víctor y yo llegamos a Zoncuantla en mi Chevy ’98 blanco y algo gastadón pero correoso. Se nos hizo un poco temprano, así que bajamos al puente que cruza el río y estuvimos comentando nuestras impresiones acerca del ese paisaje. Les enseñé cuáles eran las hayas y cuáles los liquidámbares. Les hablé acerca de esta presencia mezclada de habitantes oriundos de la zona con la ola de nuevas personas, entre profesionistas, investigadores, artistas y extranjeros que habían estado llegando allí desde hacía varias décadas atraídos por la naturaleza del paisaje del llamado bosque de niebla, por sus vocaciones ecologistas, artísticas, por su búsqueda de un lugar tranquilo fuera de las grises y deshumanizadas “urbanizaciones” modernas.
            Entre la gente que estaba esperando la llave para entrar reconocí a Miguel Vides. Nuestro contingente de cuatro desconocidos les impuso un poco y alguno, un tanto receloso, nos sugirió que mejor esperáramos a Luisa. Yo pregunté abiertamente y las mujeres presentes no tuvieron el menor inconveniente en que entráramos. Se quedaron dubitando cuando dijimos que éramos “artistas visuales”. Una dijo: “¿Qué es eso? Es decir que yo también soy artista visual porque me gusta mirar”. Ya no explicamos nada, yo no expliqué nada, pero hubiera estado bien hacerlo; hubiéramos podido decir: “Somos artistas visuales porque no solamente tomamos fotografías, o hacemos videos, o pintamos, o dibujamos; no somos solamente artistas plásticos sino que estamos interesados por lo que sucede con el proceso de mirar o de ver, y nuestras piezas pueden ser otro tipo de objetos, como instalaciones, acciones y otros tipos de propuestas como body art o apropiaciones o colaboraciones y muchas otras cosas más”.
            Adentro no supimos bien donde acomodarnos. Al parecer era un espacio de trabajo de Marcela Sosa (quien está apoyando al Centro EcoDiálogo en la publicación de un libro que hicimos sobre la visita de Basarab Nicolescu a Xalapa). Mis amigos hallaron unas sillitas infantiles y en ellas buscaron el modo de enchufar sus cinturas. Yo me senté directamente en el piso y recargué mi espalda en el quicio de una puerta. Durante la reunión asumimos el mínimo papel de testigos. La conversación giró en torno al mejoramiento de la redacción de la carta abierta y allí mismo ya se fue corrigiendo, con la computadora en las rodillas (esta fue seguramente la primera carta abierta rodillera, al modo de las décimas rodilleras jarochas). Entre las personas que fueron llegando saludé a Mayra Ledesma. Un poco intuitivamente y otro poco quizás por haber reconocido su nombre en un saludo, me presenté con Luisa Paré finalmente de viva voz.
            En el transcurso de la plática Luisa me pasó un folleto que presentaba la problemática de la cuenca del río Pixquiac, las asociaciones que están involucradas en su preservación y otras cosas más. Después de varias horas, yo creo que por ver que comenzaba a hablarse de dinero o por encontrar un momento en que podía desafanarse un poco, Luisa nos pidió que saliéramos con ella al descanso de las escaleras para hablar de nuestro asunto. Como ya me había adelantado en un e-mail, nos dijo que hacía no mucho que había visitado la laguna con algunas personas más y que conoció a las personas “del patronato” (deduje que se trataba de Carlos Sol y de Polo). Dijo que también se presentaron las autoridades mostrando una actitud amable y abierta -en lo que podemos reconocer con facilidad su juego de doble cara-. No le costó mucho trabajo entender la problemática social y política que sobrevuela a la laguna y nos sugirió, en resumen, que hiciéramos los esfuerzos que nos planteábamos, con batallar contra las intenciones de las autoridades sino involucrarlas donde fuera pertinente, apurarnos a solicitar la declaratoria de reserva protegida (o algo así) o sitio Ramsar, al mismo tiempo que le veía al sitio un fuerte potencial ecoturístico. En la visita que hizo a la laguna muy fácilmente identificó, además de la problemática humana, la ecológica, hidrológica y la mecánica de contaminación y alteración del cuerpo de agua. Nos ofreció finalmente recibir con un costo bajo a un grupo de personas de El Castillo para darnos un “ecotour” de los que tienen ahí en el Pixquiac.

LOS QUINCE AÑOS DE FABIOLA
Después de despedirnos salimos hechos la mocha a la fiesta de quince años en El Castillo, en la calle de la casa de don Emilio. La reunión en el Pixquiac dilató demasiado y mis pobres amigos quedaron bien entumecidos en sus sillitas y el piso duro y frío de mosaico. El la fiesta nos trataron muy amablemente, don Emilio es gran anfitrión. Al llegar este contingente de hombres foráneos y vestidos de maneras tan curiosas a sus ojos (Víctor con una camisa casi guayabera de un rojo prendido; Roberto con sus mechas de pelo, su cachucha de vestir tipo boina con visera o algo así y su piocha saliente; Ulises con un sombrerito de mimbre tipo señor jarocho y una camisa azul; y no me acuerdo cómo pero eso sí, bien mimetizado en el cuarteto de artistas), se nos quedaron viendo muy callados todos los presentes. Yo no podía deducir -y eso sí que me causó una fuerte incomodidad- si a mí me habían taciones, fue el del cuerpo de agua como propiedad federal. Mi hermano, habiéndose dado cuenta que se había echado tierra en algunas partes de la laguna, ya fuera por buenas o malas razones, afirmó de manera clara que era delito grave ganarle terreno a la laguna. Esto nos hizo percatarnos de la necesidad de contar con la asesoría pertinente y con un plan de manejo, es decir, un programa de acciones a realizar para conducir hacia la preservación y cuidado de la laguna.
       &nbs nosotros.
            El compadre que la hizo de mesero ese día nos agarró cariño. La mesa se nos desbordaba de distintos guisos (carnes de res enchilada, de cerdo, pollo, menudencias, arroz, frijoles, chiles rellenos, tortillas, refresco y mucho más) que ya no encontrábamos por donde empaquetarnos. Don Emilio se acercó y dio instrucciones preclaras para que nos atendieran bien. Las ampolletas de cerveza desfilaron alegremente en nuestra mesa (yo ya no pude terminarme la cuarta). Nos llamó mucho la atención un ocmentario con el que nuestro anfitrión se extendió: nos dijo que las mesas donde había puro hombre eran las que atendían mejor; en las que había mujeres no les hacían mucho caso. De ello deduje: como las mujeres son las que sirven y atienden habitualmente según las costumbres, no veían bien que los hombres de meseros se encargaran de servir a las mujeres, o lo que viene siendo lo mismo: que había que lucirse con los hombres, si foráneos con mayor razón. Que las mujeres se atiendan solas, han de pensar.
            Para nuestra fortuna de comensales con barrigas a reventar llegó mi papá y se sentó con nosotros para empacarle con singular tesón. Él estuvo en la misa tomando fotos e inmediatamente había corrido a Xalapa para revelarlas y ponerlas en un bonito álbum, y llegar a darlo como regalo a Violeta, su mamá y su papá. Estuvieron agradecidísimos con él y los tres se acercaron en algún momento para expresárselo. La pobre Violeta tenía que andar sorteando entre sillas, mesas e invitados con su vestido de varas, ancho como campana, mientras a su vez saludaba, atendía, agradecía y preguntaba si algo faltaba o si todo estaba bien.
            Desde un inicio me di cuenta que entre los comensales se encontraban los allegados de Lucho Ramírez. Supuse que también había personas de otros círculos locales y así se lo comenté a mis amigos. Esto nos dio pie para considerar la fiesta de pueblo como un sitio de coincidencia, al menos temporal pero real, durante la cual las diferencias y conflictos se atenuaban al menos un poco.
            Un lado de la calle se cerraba con una pared de bafles que emitían música de variado gusto y de volumen mayúsculo a veces. El cielo estaba encapotado y una de las lonas que servían de carpa fue levantada por el viento, como si fuera la vela de un barco. La mesa del pastel era en sí misma un decorado tridimensional con una serie de pasteles de merengue acomodados en una estructura que se elevaba como circular alrededor del pastel principal. Nos levantamos en un primer intento para dejar que otras personas se acercaran a comer pero como nadie lo hacía y no había donde acomodarnos, regresamos a nuestros lugares para recibir otra de las rondas de cerveza. Finalmente llegaron más invitados y nosotros nos paramos para buscar acomodo en una banqueta alta frente a la casa de un vecino. Sentado al lado de Víctor comentábamos nuestras recientes impresiones, las potencialidades del proyecto en ciernes y las ideas que se venían prefigurando a lo largo de ese día, como el contraste tan evidente entre los dos grupos humanos que visitamos ese día, contraste que incluía, junto con lo económico, lo cultural y la actitud frente a la vida.
            Comenzaron a sentirse una gotas de lluvia; se vía que la fiesta iba para largo y yo estaba algo ansiosito porque necesitábamos hablar entre nosotros tanto para recapitular la jornada como para preparar la reunión del día siguiente junto a la laguna. Quería que nos fuéramos a escondidas porque estaba seguro que don Emilio nos iba a detener, pero Roberto no me dejó por considerarlo una falta de cortesía. De cualquier manera era imprescindible partir. Pues allá voy con don Emilio a despedirme con alguna mentira piadosa y él me dijo: “Acá los esperamos”. En fin, Roberto, Víctor y Ulises se despidieron de lejitos. Entre el toldo y el coche nos mojamos un poquito.
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Domingo 5 de junio de 2011

REUNIÓN A LA ORILLA DE LA LAGUNA DE LA PALMA O EL CASTILLO
No he mencionado que la ausencia de Fernando en esta visita de los amigos a Xalapa-El Castillo-La Laguna se debió a que su pareja tuvo algunas complicaciones con el embarazo ya avanzado. Al quedarse Fer en México, Lorena prefirió viajar más segura con luz de día el domingo, de mmodo tal que a la reunión con los vecinos de la laguna estuvieron presentes Ulises, Víctor y Roberto. Yo me lancé temprano por ellos a la Posada del Cafeto. Desde que me estaba preparando para salir escuché mucho barullo afuera, había mucha gente citadina y coches estacionados, tráfico en pleno paisaje campirano. Por una de esas rarísimas coincidencias, significativas por decir más, ese domingo resultó ser el Día Mundial del Medio Ambiente. Y digo coincidencia significativa, y más aún sospechosa por otro lado, pues nunca antes, ni en un día mundial ni en uno normalito, se había hecho una convocatoria municipal tan grande para venir a levantar la basura de la laguna y de las calles de nuestra congregación. Al subir a Xalapa vi que estaban haciendo lo mismo en la laguna de Casa Blanca.
            Recogí a los amigos. Los traje a El Castillo y mientras Víctor iba grabando y tomando fotos les mostré el lugar (a lo lejos) donde llegan las pipas de agua a cargarse, pagando una cuota a las autoridades del ejido respecto de la cual se levantan otras sospechas acerca de su legalidad y su destino. No eran pocas las pipas que estaban ahí estacionadas. No son pocas las ocasiones en las que, ya sea subiendo a Xalapa o bajando a casa, vamos haciendo caravana detrás de la lentitud de una pipa.
            Cuando llegamos, en un exceso de coches en ambos lados de la brecha que nos lleva a nuestro rumbo, no pudimos pasar el puente que está entre el Hogar de Nazareth y nuestra casa porque había un camión y una garra de chango sacando el lirio que se había acumulado en el río durante los últimos días. Los amigos documentaron con sus cámaras esta acción y se pusieron a averiguar cosas con los trabajadores que se afanaban en eso, especialmente con un señor que parecía el responsable. Efectivamente, se trataba de una iniciativa del municipio so pretexto del día especial. ¿Por qué justo ahora que hemos iniciado una tentativa colectiva de conservación el municipio voltea sus ojos a este lugar? De veras que los medios periodísticos tienen un poder que puede se considerado como el cuarto, mostrando quizás en esta ocasión su fuerte injerencia en las decisiones tomadas por el ejecutivo local.
            Quienes estuvimos desde un inicio en la reunión fuimos don Jacinto, Beatriz, mi papá, mi mamá, los representantes de Américo -Fanny Alarcón y Gerardo Escobedo-, Víctor Martínez, Roberto de la Torre Ulises Mora y yo. Mi hermano Gerardo llegó un poco después y Máxima García otro poco más avanzados. También llegaron doña Flor, Begonia, Margarita, Rosa -hermana de Máxima, cuñada de Margarita-, Felipe y más adelante hicieron presencia don Polo y otros vecinos más. Don Jacinto nos comentó que se había convocado también a una faena en el panteón para limpiar y adornar una parte de tumbas que ya estaban descuidadas; pero esta agua llevaba ruido, la cosa no era tan sencillita: sucede que ya se estaba escuchando que las autoridades querían mochar esa parte de panteón para venderla, así que un grupo de castillenses, incluido Carlos Sol, se encargaron de “reavivar” esas tumbas -valga la paradoja- para que se viera que todavía había personas que se acordaban de esos muertitos. Además: ¿qué es eso de andar vendiendo cachos de camposanto? ¿no tienen suficiente con su negocio del agua, cons sus billetes pasados por debajo, con sus amistades en el municipio y los quién sabe qué sucios negocios que tengan con ellos? De veras es poesía pura luchar contra estos demonios limpiando unas tumbas olvidadas.
            Salió a colación el tema de los dos recientes ahogados, pescadores de otra localidad que a eso de las tres y media de la madrugada por alguna razón ya no pudieron salir. El papá de uno de ellos que los acompañaba pidió ayuda pero fue demasiado tarde. Dijo don Jacinto que se tienen en la memoria ya casi sesenta los difuntos ahogados, algunos tomados, a veces “de a montoncito” como ahora. A la orilla de la laguna ya se ven dos cruces que por la noche se identifican a distancia por la llamita de las veladoras.
            Todavía antes de comenzar formalmente la plática, se comentó que antes solían venir personas de otros lados a cosechar tule, pues se utiliza para tejer asientos y respaldos de sillas. Tal parece que la cestería podría ser otra buena opción, junto con -o en lugar- el lirio -si es que se decide que ésta haya de erradicarlo-.
            Con el círculo de presentación que propuse cada quien fue expresando sus razones para haber llegado. Gerardo mi hermano se presentó como persona involucrada en trabajos del Inecol, particularmente con un proyecto en La Popotera. Los licenciados Fanny y Gerardo se anunciaron como representantes del diputado Américo Zúñiga. La señora Flor manifestó su interés por la limpieza de la laguna, por el proyecto pisícola; nos platicó que ella es de aquí y que cuando era niña venían a pescar para comer y hacían día de campo; dice que el pescado aquí se vende baratito, no como en otros lugares; espera que ya no haya contaminación. Begonia su amiga comentó simplemente que también es de aquí y que antes estaba mejor el lugar. Beatriz por su parte proponía ir a las raíces del problema; su interés: hacer conciencia.
            Cuando le tocó nuevo turno a don Jacinto nos dijo ser nativo de aquí, que después de haber andado alguna temporada larga en otros lares se había reubicado aquí hacía unos treinta años; se percibía a sí mismo como poco colaborador y estas reuniones inspiradas en las iniciativas que ya se han expresado le parecen una buena oportunidad. Habló del tabique como oficio primordial en el pueblo. Por su parte, tiene un terrenito de siembra. Ha sentido que aquí en el rancho no ha habido entusiasmo por hacer mejorías: solamente cosechar, tomar, sacar, aprovecharse. Dijo que él aquí no tiene cargo ni influencias y que le anima mucho lo que podamos emprender en estas reuniones.
            Roberto se presentó como artista visual; Ulises, igualmente, como amigo y concuño mío y por lo cual ya había visitado este lugar varias veces, y como parte de este grupo de artistas invitados por mí para proponer algún proyecto disando el cómo y así poder saber hacia dónde canalizar los recursos y los esfuerzos. Este párrafo ya contiene parte de la retroalimentación que mis colegas de trabajo aportaron.
            Fue Cristina, si no mal recuerdo a resultas de alguna idea más o menos vaga de Ulises o Roberto, quien sugirió la implementación de un proyecto pequeño de estudiantes de servicio social para apoyar estas actividades. Consideró que sería importante que la próxima visita del grupo de artistas pudiera contar con una plataforma más firme que pudiera acogerles. Pensó también en la posibilidad de articular las actividades que se van a estar dando en Chiltoyac de manera paralela [¿a lo mejor un reportaje que se pudiera añadir a las “noticias” del pasquín? por ejemplo] Finalmente ella misma mencionó a tres investigadoras de nuestra universidad que podrían ofrecer algún tipo de apoyo -por lo menos l, Helvetica, sans-serif;">            Mi papá fue el que haciendo cuentas hizo notar que llevaban ya quince años de vivir en La Palma; su interés principal por estar en estas reuniones es cuidar el medio ambiente.
            El licenciado Gerardo Escobedo identificaba una solución multidisciplinaria en cuanto a la problemática de la contaminación y desde una plataforma cultural; aparte de mandarnos saludos del diputado Américo, veía la necesidad de trabajar en conjunto con las autoridades; veía también que ya podían irse plasmando ideas; curiosamente se le ocurrió que podríamos hacer un evento cultural en la laguna.
            Mi papá aprovechó para recapitular y traer a la reunión un poco de la historia de El Castillo. Recordó pláticas con don Erasmo Sánchez, quien alguna vez le contó lo siguiente: antes de que se hiciera tanto tabique había alfareros; cuando en ese entonces venía uno desde Xalapa, podía verse como un “castillo” con los hornos encendidos, pero un castillo de fuegos pirotécnicos; y según don Erasmo esa es la razón por la cual el pueblo así se llama.
            El licenciado Escobedo aportó una versión distinta que se escucha en Xalapa y que también nosotros ya conocíamos: refiere al apellido de una familia de abolengo, los Castillo, que por problemas de índole humana, social, hubo división y ahora tenemos El Castillo y El Castillo Chico.
            Don Jacinto comentó que la información del pasado la recibimos a través de los abuelitos, y eso es algo que hace falta no descuidar. Sobre lo mismo, el lic. Escobedo tuvo la idea de hacer intervenir al Instituto de Estudios Históricos de la Unviersidad Veracruzana.
            Máxima pudo llegar finalmente y comenzó por expresar su interés primordial por el cuidado del medio ambiente. Luego nos platicó que su mamá la traía con sus hermanos a bañarse en el río mientras ella lavaba la ropa, así se usaba, las señoras venían a lavar al río. Y con estos recuerdos dirigió sus comentarios a la necesidad de crear conciencia acerca de la situación crítica ecológica. Dijo incluso, para añadir al problema el nivel de la condición humana, que los interesados por la preservación del sitio habían llegado a ser amenazados.
            Le tocó el turno para hablar a la licenciada Fanny. Primero repartió unas hojas que contenían información acerca de los trámites requeridos por la Secretaría de Relaciones Exteriores para la Constitución de sociedades. Habló del patronato que requiere una asociación civil, con su presidente, tesorero, secretario y vocales, con su carácter representativo y reconocido por la comunidad. Aunque estuviera presente la sombra del peligro partidista, nos mostraron Fanny y Gerardo las ventajas de constituirnos en una asociación de este tipo: se podrían bajar recursos federales, municipales, estatales, de programas sociales, etc.; se podría contar con asesoramiento técnico y más adelante podría constituirse como una organización no gubernamental (ONG), con otro tipo de estrategias.
            Yo consideré -ya no recuerdo si para mis adentros o lo haya expresado efectivamente- que resultaba necesaria una reunión previa para concertar, estudiar la situación, consensar entre los directamente interesados, y luego volver a reunirnos con los asesores legales.
            El vecino Felipe nos dijo que él se encontraba consolidando una asociación interesada en la preservación de los manantiales de nuestra misma zona. Afortunada consonancia que podríamos articular de alguna manera con estas inciativas a partir de necesidades compartidas, por ejemplo.
            A lo largo de la reunión, y seguramente con diferentes visiones, se habló de la importancia de ser incluyentes. Esto, me parece, estaba como inquietud latente debido a la presencia tácita de la figura de nuestro diputado local.
            Un acuerdo entre los vecinos que se expresaron de una u otra manera fue el considerar el lugar central que Carlos Sol debe tener en los momentos de decisión; actualmente Carlos es el responsable de la laguna. Y como se nombró a Carlos, Máxima trajo a colación el problema de fragmentación del pueblo debido a la fuerza caciquil de la localidad.
            Se prefiguró la conformación del patronato con Carlos Sol como presidente, con Polo, con don Jacinto y conmigo. Con este adelanto, quedó acordado que para la próxima reunión del domingo siguiente -a la misma hora- traeríamos propuestas de nombres para la A.C., con las personas que pudieran estar involucradas.
            Máxima nos comentó que se ha acercado a la CONAFOR en búsqueda de donación de árboles para plantarlos en los alrededores de la laguna. La pregunta que algunos nos hicimos (al menos mis hermanos y yo) fue si las especies donadas serían las apropiadas, y cuando Máxima habló de ahuehuetes -ciertamente simbólicos y significativos en nuestro país- Gerardo nos explicó la necesidad que tienen estos árboles de estar junto a agua corriente, es decir, a la orilla de algún río y no precisamente una laguna. De cualquier manera era bueno saber de esta acción a favor de la reforestación que Máxima está gestionando.
            “Una tarea esencial y periódica que la asociación pretendida debería practicar serían campañas de concientización y cultura”, alguien dijo. Esta sería una característica muy importante para las intenciones y propuestas que nosotros estamos implementando, pues lo talleres y las conversaciones serían la manera de involucrar las actividades creativas con la problemática ecológica-social.
            Ya hacia el final aparecieron nuevas informaciones por parte de los licenciados Fanny y Gerardo: dijeron que debería redactarse una Acta Constitutiva, a registrarse ante la SHCP a través de notario público, la cual debería contener los nombres y puestos del patronato. Otros elementos a tomar en cuenta deberían ser también los gastos de esta asociación, es decir, la conformación del patrimonio para sus necesidades básicas de subsistencia, así como el correspondiente padrón, es decir, la lista de personas que se encontrarían agremiadas además del patronato.
            Nos hablaron de dos gastos preliminares: el primero sería el permiso de la SRE para el nombre, el cual costaría alrededor de $700.00; el segundo serían los honorarios del notario, seguramente mayores. Los representantes de Américo mencionaron la posibilidad de contar con su apoyo para esto último.
            Esto último a mí me ha dado mucho que pensar, y entre tanto pensar me ha parecido importante sostener la idea de ser lo más independiente y autónomos posibles.
            Durante este tramo final de la reunión don Jacinto expresó algunas ideas y sensaciones, percepciones y sentimientos muy significativos. Trajo a colación algo que ya se había platicado previamente en esta y las anteriores reuniones: toda esa compleja conjunción de realidades, dificultades y problemáticas locales que relacionan en un mismo paquete la fragmentación de la comunidad, la actitud del cacicazgo de las autoridades, así como la cuestión partidista. Como un ejemplo vivo, o una repetición del eco nacional, la desconfianza de los ciudadanos a la clase política se hizo presente en la voz de don Jacinto.
            Otro asunto del que habló, pero ahora no encuentro entre mis anotaciones, fue el del cuerpo de agua como propiedad federal. Mi hermano, habiéndose dado cuenta que se había echado tierra en algunas partes de la laguna, ya fuera por buenas o malas razones, afirmó de manera clara que era delito grave ganarle terreno a la laguna. Esto nos hizo percatarnos de la necesidad de contar con la asesoría pertinente y con un plan de manejo, es decir, un programa de acciones a realizar para conducir hacia la preservación y cuidado de la laguna.
            La reunión se fue terminando y aprovechamos para solicitar la colaboración de las personas vecinas que llegaron a la reunión para convocar a sus familiares y amigos a la próxima reunión en la cual trataríamos de manera más enfocada los requerimientos y gestiones primeras para la conformación de la agrupación tantas veces mencionada.

REUNIÓN VESPERTINA EN EL CAFÉ BOLA DE ORO
Se nos estaba haciendo tarde para ir a recoger a Lorena a la terminal de autobuses así que nos apuramos. De manera espontánea seguimos entre Ulises, Víctor, Roberto y yo una broma comenzada por alguno con la que hicimos creer a Lorena que el hospedaje les había tocado en un dormitorio compartido con literas, que tenían que convivir con un coreano que apenas lograba comunicarse; y Lorena, cayendo redondita, trataba de respirar hondo; la clave del éxito fue que yo también participara de la conjura, pues nuestra amiga me considera como alguien que no se presta a estos jueguitos; en esta ocasión me desparpajé un poquito. Su cara de preocupación contenida dio un vuelco de asombro al ver lo bonito del hotel, lo tranquilo de la calle, lo confortable de la habitación. No daba crédito y comenzó a reír con nosotros.
            Luego subimos a comer pasta al centro y allí nos encontramos con Cecilia, Santiago, Darío y Carmen que andaban en su propio paseo xalapeño. Le dimos una reseña-síntesis de las circunstancias castillenses y nuestra reunión matutina. Yo comí ese día una pasta con camarones en una salsa blanca que seguramente contenía queso entre sus ingredientes. De ahí nos pasamos enfrente a la sobremesa con cafecito para seguir planeando el evento de septiembre así como la reunión con los colegas del Centro EcoDiálogo al siguiente día.
            Acordamos como tarea inminente la preparación del tríptico que utilizaremos para anunciar e invitar a las personas al evento de septiembre. Sobre lo mismo, acordamos también que los resultados de dicho evento quedarían decantados en el fancín del que ya habíamos hablando desde la reunión en casa de Víctor. Quedó como una posibilidad a considerar el incluir anunciantes propios de la comunidad y de proyectos ecológicos.
            Para la reunión del siguiente día en el Centro EcoDiálogo planeamos una orden del día para comenzar a las 12:00 y finalizar a las 14:00 horas. Iniciaríamos con una presentación contextual del 19 Concreto, hablaríamos sobre los avances del proyecto en El Castillo -intencionalidades, productos propuestos, experiencias de esta visita- así como una retroalimentación por parte de mis colegas investigadoras Cristina, Enrique, Irmgard e Iraís.
            Allí mismo también se acordó que Lorena gestionaría ya lo necesario a través de Arscite para hacer la difusión de nuestras pesquisas entre el público de la ciudad de México. En cuanto a mis múltiples pendientes, entre otras cosas me comprometí a transcribir estas relatorías, mandárselas por internet a Víctor y así él podría ponerlas en el blog que se está conformando para este proyecto.
            Cosa habitual en esta última temporada de mi vida, yo ya estaba bastante cansado y me despedí de mis amigos aunque afuera caía una lluvia bien tupida. Verdaderamente, este esfuerzo por sacar adelante una propuesta con la que dejas de ocuparte de un solo aspecto del trabajo -como por ejemplo, simplemente ponerte a producir tu obra artística y ya-, sino que además hay que entrarle a la burocracia, la administración, las relaciones públicas y la gestión, solamente podemos hacerlo quienes, al final de todo este relajo, imaginamos que el mundo tenga todavía un poco de esperanza.
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Lunes 6 de junio de 2011

PRESENTACIÓN DE 19 CONCRETO EN EL CENTRO ECODIÁLOGO




Lunes 6 de junio de 2011

La noche anterior les pedí a mis amigos que llegaran ellos en taxi porque yo iba a estar chambeando en EcoDiálogo desde las ocho de la mañana. Trámites, oficios, llamadas por teléfono, correos electrónicos urgentes, recabación de firmas, a no sé exactamente que me tocó hacer ese día. Lo que recuerdo es que comenzó allí el curso-taller de Permacultura a cargo de la profesora invitada de Austria Alexandra y había mucho revuelo en la cocina del Centro desde temprano. Yo cargaba con el proyector para la presentación de nuestra página web, e Irmgard me lo pidió para que Alexandra lo utilizara en la introducción de su taller. Llegaron mis amigos y las colegas, nos saludamos. Pasadas un poco de las 12:00 horas entre Víctor y Ulises trataron de hacer entrar en razón al proyector para que mostrara la página de 19 Concreto en la pantalla grande, pero estos problemas de entendimiento  que suele haber entre los “recursos tecnológicos de punta” volvieron a salir a luz y después de unos veinte minutos de esfuerzos infructuosos decidimos mostrarla desde la computadora desde la computadora. Lo bueno fue que resultó suficiente para el petit comité de esta ocasión; a excepción de Enrique que tenía el compromiso previo de un círculo de diálogo en otra dependencia, estábamos los involucrados en el proyecto, tanto investigadores como artistas: Irmgard, Iraís, Cristina, Víctor, Lorena, Ulises, Roberto y yo.
            Comencé por contextualizar la visita de mis amigos artistas, la etapa exploradora, una leve reseña de las actividades que habíamos realizado hasta el momento y luego di la palabra a Víctor y Ulises para que hicieran la presentación del grupo y su historia mediante la página web. Se tomaron como muestra de nuestro trabajo colectivo principalmente obras en la que participamos con personas de distintos oficios como los operarios de juegos de feria y entrenadores de perros (De Etiqueta), tortilleros (Orden y Progreso), así como algunas que ponen de manifiesto la problemática de la gestión burocrática (Inhumación) o el trato con la gente directamente en un ámbito de celebración tradicional (Quinceañeras); Víctor habló acerca de la estética relacional a partir del libro de Bourriaud y de cómo el proyecto actual ha estado dialogando con dicha perspectiva.
            Después abrimos un espacio para que algunos de nosotros habláramos un poco sobre las trayectorias individuales. Solo dio tiempo para que Roberto presentara principalmente su última pieza: Harina y epazote. Lorena se quedó con ganas de mostrar algo de su trabajo.
            El siguiente punto en la orden del día fue enfocarnos en la propuesta para la laguna de El Castillo, así que compartimos con las colegas del Centro los acuerdos a los que habíamos llegado hasta el momento: la organización del evento artístico más bien como un convivio inspirado en el ámbito de la fiesta popular, la pertinencia de que se forme el patronato de la asociación civil con presencia mía en él, integrar la intención de reapropiación de la memoria local con participación de los abuelos, proveer actividades con los niños, buscar la conexión real de la comunidad con el lugar, aprovechar la existencia de los oficios y saberes de las propias personas (como la comida o la música, etc.), todo esto en cuanto a las ideas generales. En lo particular anunciamos la elaboración de una publicación tipo pasquín que abrevara tanto del seguimiento que estamos dando como de las acciones que tengan lugar con la gente (decantadas ya en textos, ya en imágenes) y con la posibilidad de que sea apropiada por la misma gente -de hecho, su inicio podría partir con una lluvia de ideas o algo así integrándonos ya como “colectivo local”- y con un trabajo previo mediante encuestas cualitativas para explorar intereses e inquietudes.
            El desarrollo de esta presentación nos permitió darnos cuenta que ya debíamos pasar a una etapa del proyecto en la que necesitábamos mayores precisiones, como por ejemplo, en cuestión de los tiempos, preparar el cronograma, explicitar las urgencias y determinar las necesidades económicas de producción y post-producción.
            No faltó que alguno de nosotros hiciera referencia a los tejemanejes políticos que están haciendo acto de presencia en todo esto y que van desde la asesoría del diputado para la conformación de la agrupación hasta los intereses soterrados de las autoridades ejidales. Si esto podría verse como un obstáculo, comentamos, podría dársele la vuelta de tuerca asumiéndolo como una oportunidad en forma de reto que pudiera aprovecharse.
            El avance primordial sería en actividades de concientización y a partir de ello habría que preguntarnos el para qué de nuestra intervención, ir aclarando el cómo y así poder saber hacia dónde canalizar los recursos y los esfuerzos. Este párrafo ya contiene parte de la retroalimentación que mis colegas de trabajo aportaron.
            Fue Cristina, si no mal recuerdo a resultas de alguna idea más o menos vaga de Ulises o Roberto, quien sugirió la implementación de un proyecto pequeño de estudiantes de servicio social para apoyar estas actividades. Consideró que sería importante que la próxima visita del grupo de artistas pudiera contar con una plataforma más firme que pudiera acogerles. Pensó también en la posibilidad de articular las actividades que se van a estar dando en Chiltoyac de manera paralela [¿a lo mejor un reportaje que se pudiera añadir a las “noticias” del pasquín? por ejemplo] Finalmente ella misma mencionó a tres investigadoras de nuestra universidad que podrían ofrecer algún tipo de apoyo -por lo menos asesoría-: Blanca Cortina, Clementina Barrera y Patricia Gerez.
            Para variar nos agarraron las prisas. Ya pasaban de las dos de la tarde y Ulises y Roberto tenían que agarrar su camión de las cuatro. Antes de salir mis amigos saludaron a Lucía Prudencio, quien se encuentra desarrollando el proyecto creativo con alfareros de Chiltoyac. Lucía, quien es hija de Cristina, estudió en La Esmeralda y conocía desde antes a Roberto.
            Comimos en el Asadero Cien, cerquita de la terminal, todo muy a tiempo, aunque Carmen y Darío, que estuvieron todos estos días haciendo su propia visita con Cecilia y Santiago, llegaron corriendo a punto de que los dejara el camión.
            De ahí, llevé a Lorena y a Víctor al centro de Xalapa y luego me fui a la casa a descansar un poco después e un largo e intenso fin de semana.

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RECORRIDO EN LA LAGUNA Y CONVERSACIÓN EN CASA


Martes 7 de junio de 2011


No podía ser que en estas primeras actividades pensadas como exploratorias dejáramos a un lado el contacto directo con la laguna. Habríamos tenido que meternos en ella, mojarnos, enfriarnos y sentir el fondo barroso. Lo que Lorena, Víctor y yo hicimos más bien fue pasear en lancha y remar prácticamente todo tu perímetro hasta donde el lirio nos lo permitió.
            Alborotamos una nube de mosquitos cuando al botar la lancha atravesamos la masa densa de lirios. Un pescador nos echó la mano desde el agua y nos jaló hasta la parte libre. El agua es verdosa y solo deja ver lo que está cerca de la superficie. En medio de ese espacio el ambiente se percibe de un modo distinto, poco habitual. Si guarda uno silencio, el silencio es como un misterio y una calma, un hueco, un vacío desentendido de toda elucubración humana, de los vericuetos y habladurías que armamos en su nombre. Es un tiempo al que entramos como forasteros. Estar ahí en medio sin hablar y sin remar es flotar, es casi estar suspendido sobre una línea muy frágil entre el cielo y la tierra.
            Se escuchaban desde las orillas aves de diversas voces. Había algunos patos que se escondían entre los carrizos. Una garza acechaba su desayuno desde su atalaya de lirios. Una familia de aves nadadoras negras (me los imagino como somormujos o alcatraces pintados parejo pero seguro no son ni una cosa ni otra) nos vigilaban desde las ramas altas de un árbol seco. Un pajarito color rojo nos estuvo siguiendo a lo largo de nuestro recorrido, podíamos verlo cuando estábamos cerca de la orilla (aunque a lo mejor no era el mismo, a lo mejor eran dos o tres, pero resulta más significativa la idea de que un animalito de estos estuviera de curioso queriendo indagar nuestras razones, vigilando su territorio o cuidando que no nos acercáramos al nido.
            Fuimos a buscar la entrada de agua que llega directa de un manantial. No pudimos verla porque había mucho lirio y pasto al fondo de ese brazo de agua. Fuimos a la parte más alejada y allí nos dimos cuenta de la cantidad de superficie acuosa que ha sido ganada por el lirio, por lo menos ochenta metros o algo así. No pudimos darle la vuelta al islote porque el lirio también tiene muy invadido un paso estrecho que hay ahí.
            Ante la proliferación del pasto estrella, la abundancia de huisaches y la siembra de pinos en una de las colinas que bordean la laguna, trataba yo de imaginar los árboles originarios de la zona (si es que fuera antes una zona arbolada). Los ficus y las hayas que ha sembrado Gerardo desde hace tiempo se han dado muy hermosos y dan una sombra muy tupida y agradable bajo la cual han tenido lugar nuestras reuniones vecinales., ¿pero qué árboles se daban solos antes de que llegara la época de los potreros, la caña y el café?

Habremos estado remando alrededor de una hora y cuarenta minutos. Ya en tierra firme y después de acomodar la lancha en su lugar entramos a mi casa y entre cafecito y té nos sentamos en la cocina para continuar nuestras conversaciones, preparativos y diseño de la propuesta.
            Se hizo inminente la necesidad de que comenzara el proceso de entrevistas en El Castillo. Estas deberán ser de carácter cualitativo, a modo de conversación, de diálogo. Me toca prepararlas y llevarlas a cabo, establecer un período de tiempo para esta labor. Un eje de indagación del que puedo ayudarme son las “improntas”: ¿cuáles son los recuerdos primarios y la emotividad que les acompaña? Sacar a luz el contacto de la persona con la laguna, con la comunidad, los recuerdos de la infancia, los momentos entrañables, los paseos, las historias que se contaban y las que se cuentan hoy. Puede verse aquí la importancia central que podría adquirir la tradición oral y la memoria de los abuelitos. ¿Estas entrevistas podrán ayudarnos a identificar los intereses creativos o estéticos (o poéticos) que subsisten en la vida cotidiana? Esta pesquisa podría llevarnos directamente a la revaloración de los saberes de las personas. ¿Cuáles serían las propuestas de talleres, o conversaciones, más idóneas para el convivio que estamos imaginando?
            Teniendo algún avance con lo logrado gracias a estas entrevistas podría estar en disponibilidad de convocar a una nueva reunión con los vecinos interesados-invitados y los amigos que puedan venir, quizás todavía en julio -una visita previa a la del convivio ya formal-. La intención de esta reunión-visita sería la de concretar con mayor precisión la propuesta semilla que se reflejaría y difundiría mediante un tríptico invitación convocador al evento que se está previendo para septiembre, en principio. Este documento lo imaginamos como un catálogo de las propuestas a ofrecer, que se pueda explicar lo más claramente posible, por sí solo y que a la vez continúe con el sondeo de intereses, con el atractivo de las imágenes fotográficas, del recurso del cómic (incluyendo pro supuesto los logotipos correspondientes y adecuando el tipo de impresión a la forma de difusión que se está imponiendo -fancín, pasquín, volantín-.
            Al insistirse en que el siguiente paso consistía en que yo intensificara mi trabajo de campo, en que sobrevenía una nueva previsita conversatoria y que para esto se requería contar con ejemplares del tríptico, se nos aclararon las actividades inminentes de las próximas semanas:
            1º trabajo de campo de Alejandro -sondeo, entrevistas, encuesta-;
            2º realización del tríptico -contenido, imágenes, diseño;
            3º nueva previsita -preparación y desarrollo.
Como ya se ha dicho, la visita a las casas de los vecinos buscará la identificación de intereses, historias, oficios, “talentos”, recetas, videoastas, cronistas del lugar, es decir cultura sin limitarlo a lo artístico solamente.
            Pensamos también que como parte del convivio se presenten casos exitosos de ecoturismo (Eligio en Chavarrillo, o los amigos del Pixquiac), de convivencia productiva con el lirio (Blanca Cortina y la gente de Alvarado), así como la identificación de especies de aves que Gerardo ha documentado con fotografías.
            Algo que aportó mucho para destrabar mis bloqueos en lo referente a la difusión, fue la idea de trabajar esto a través de las escuelas que hay en El Castillo. Incluso, de manera particular, podemos ofrecer el taller de video en el telebachillerato.
            Otra aportación esencial de Víctor fue no olvidar el acotamiento establecido desde el propio título del proyecto: el diálogo y las conversaciones de recreación. Hacia allá se han dirigido propuestas tan específicas como el taller con lirio, la presencia de comida, y lo mismo podemos decir de nuestros propios intereses como artistas.
            Para finalizar esta parte, tengo entre las anotaciones de mi bitácora un esquema que les dibujé a Lorena y Víctor de la práctica de campo que hicimos en El Conejo con los alumnos de la maestría en estudios transdisciplinarios durante los últimos meses del año pasado. Dicho esquema muestra más que nada la estructura general de las actividades que organizamos durante una semana de estancia en la comunidad, y sirvió para explicarles cómo tuvimos que dosificar las acciones de una manera aristotélica, es decir, con el establecimiento de tiempos para la preparación-presentación, para el desarrollo en sí del taller creativo de conversaciones y para el desenlace que se convirtió en el inicio del trabajo pictórico en las paredes de la escuela primaria. Esto se los expuse como para comenzar a imaginar con mayor concreción la logística del evento que estamos pretendiendo ofrecer.

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DESAYUNO Y CAFECITO EN LA LOTERÍA
Miércoles 8 de junio de 2011


El miércoles por la mañana me encontré con Lorena y Víctor en el hotel. Allí tienen un pequeño restorán muy confortable con sillas rústicas pintadas de colores básicos y con decoración con motivos de la lotería. Mientras los esperaba en la recepción se reprodujeron de golpe en mi mente los momentos más intensos de los últimos días con sus respectivas jornadas. La tranquilidad externa de ese sitio me permitió percibir el revoltijo interno que yo traía, desde los nervios que se manifestaban en la panza hasta el monólogo cerebral que avanzaba a una velocidad extraordinaria, como una ametralladora de imágenes y de preocupaciones que pretendía organizar en mi cabeza.
            El primero en presentarse fue Víctor y mientras desayunábamos comenzamos a hacer una recapitulación general de la visita desde nuestras primeras actividades, como un repaso de lo que he platicado en este diario de campo: este pequeño ejercicio memorístico personalmente me ayudó mucho para su redacción. Cuando bajó Lorena y continuamos la sobremesa nos hizo ver la urgencia de concretar acuerdos, diseño y decisiones, planear acciones inmediatas como la próxima publicación de la convocatoria y la información que deberá incluir. En estos preparativos pudimos ver nuestros avances en el nivel del diseño del proyecto. El esquema general sería el siguiente:

- Formato de convivio creativo sustentable por sí mismo, considerado como un solo evento con varios elementos articulados y entreverados:
- Taller de video, con la doble función de actividad creativa y de recurso para la documentación, con Víctor como responsable;
- Taller vivencial, cuyo objetivo se enfoca en la detonación de las memorias a través de un contacto de calidad con la laguna, su entorno y sus seres, a cargo de Lorena;
- Taller de narrativa, como apropiación creativa de la historia local, con Alejandro como responsable;
- Taller de dibujo y pintura, para integrar a los niños en la propuesta comunitaria creativa, de lo cual se encarga Ulises;
- Fernando se acoplaría como elemento vinculador;
- Roberto coordinaría la articulación y la implementación del espacio de trabajo como actividad participativa autoorganizable;
- Al final del convivio habrá un cierre-celebración contando con el material y la vivencia incial a manera de presentación de avances en relación con el proyecto amplio.

En cuanto al contenido del folleto para la convocatoria, en tanto publicación atractiva y proporcionada al evento, consideramos como acción inminente a realizar a partir de los siguientes elementos y responsabilidades:
            - Texto del contexto, con las emergencias relacionadas a la laguna, el interés de las personas por ella y con un enfoque en las características ecológicas y socioculturales; esto lo hará Ulises en formato de cómic con un guión departe de Víctor y Alejandro;
            - Texto sobre la pertinencia del arte para valorar el entorno; elaborado por Lorena y Víctor;
            - Convocatoria en sí del convivio creativo con sus dinámicas; trabajado por Lorena, Víctor y Alejandro;
            - Inclusión del título, los logotipos correspondientes, los nombres de los participantes y una imagen fotográfica; estos elementos que hagan falta Lorena, Alejandro y Víctor se los proporcionan a Ulises;
            - Datos de la cita al evento, como fecha y lugar(es), aun pendientes;
            - Considerar la impresión de quinientos ejemplares en offset a dos tintas.

Se identificó también como una necesidad preparatoria para el taller de video contar con unos tres jóvenes que se puedan capacitar. Del mismo modo debe haber una preparación cualitativa del taller de narrativa, es decir, ir sensibilizando a las personas para hacer emerger esta reconexión con la historia personal-comunitaria).
            Así fue entonces como quedaron repartidas las tareas a realizar en las subsiguientes semanas, algunas como pendientes directos con los vecinos acá en El Castillo e injerencia de mi parte, algunas otras para elaborar en coordinación con los amigos en el D.F. vía internet y telefónica. Aunque todavía tenemos el pendiente de saber si Roberto y Fernando estarán disponibles para septiembre -u octubre en su defecto- y en consecuencia establecer definitivamente fechas y averiguar disponibilidad de lugares, podemos tomar el mes de agosto como fecha límite para tener todo listo.

Este último día de la estancia de los amigos en Xalapa los llevé a comer a un restaurán de Plaza Ánimas y mientras comíamos nuestras cabezas seguían con la inercia de la proyectadera, la pensadera, y teníamos el deseo de que a Ulises, Fernando y Roberto les emocionaran como a nosotros los acuerdos y clarificaciones a los que habíamos llegado en los últimos dos días, tan distintos a los primeros y también tan relevantes.
            Nos despedimos muy entusiasmados en la central de autobuses, al pie del Chevy blanco, y yo me fui rápidamente a buscar mi cama.